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Estilos de cerveza (IV): Cervezas de abadía
Retomamos nuestra serie de artículos sobre estilos de cerveza hablando de las muy populares cervezas de abadía. En realidad, cuando calificamos una cerveza como de abadía, más que de un estilo estaremos refiriéndonos a una manera tradicional de elaborar distintos estilos.
La tradición de elaborar cervezas en abadías se remonta en Europa a la Edad Media. En cada región se producían diferentes estilos según las características locales, aunque hoy en día llamamos cervezas de abadía, por lo general, a las que siguen la tradición belga en su fabricación. La mayoría de estas abadías dejaron de elaborar cervezas y vendieron sus recetas a productores laicos, que son quienes las fabrican y distribuyen en la actualidad.
¿Pero qué características hacen que cataloguemos una cerveza como de abadía? Son cervezas de tipo ale, es decir, de alta fermentación, como explicábamos en el primer artículo de esta serie. Tienen un cuerpo denso y un elevado grado alcohólico, destacan los sabores y aromas dulces y afrutados, y su amargor es suave. Se les suele añadir azúcar y siempre son acondicionadas en botella durante más o menos tiempo.
Cada marca elabora normalmente varios estilos de cerveza de abadía; de entre ellos destacaremos las Dubbel, las Tripel y las Quadrupel. Al contrario de lo que mucha gente piensa, los términos Dubbel, Tripel y Quadrupel no hacen referencia al número de fermentaciones, es simplemente una manera de clasificarlas de menor a mayor cuerpo y contenido alcohólico, siendo las Dubbel las más suaves y las Quadrupel las más fuertes. En realidad todas ellas tienen una fermentación primaria de unos cinco días, y una segunda fermentación en la propia botella.
Dentro de las cervezas de abadía tenemos que hacer una mención especial a las cervezas trapenses. Las distinguiremos por llevar en un lugar visible de la botella o etiqueta, el logo que concede la Asociación Internacional Trapense y que acompaña estas líneas. Para que un producto pueda comercializarse con este logo, debe cumplir tres condiciones:
- Haber sido fabricado dentro de los muros de una abadía trapense.
- Ser producido por o bajo supervisión de los monjes de la abadía
- Que los beneficios de su venta sean destinados al mantenimiento de la abadía, y el sobrante a obras benéficas.
En la actualidad existen once monasterios trapenses que fabrican cerveza bajo estas condiciones: seis están en Bélgica, dos en los Países Bajos, uno en Austria, otro en Italia y otro en los Estados Unidos.

Logo de la Asociación Internacional Trapense
Por último y por si os lo habéis preguntado: la foto que abre este artículo corresponde a la abadía de Orval en Bélgica, uno de los once monasterios que producen cerveza trapense.
Cualquier crítica, corrección o pregunta nos la podéis dejar en los comentarios. O contadnos de qué estilo de cerveza queréis que tratemos en el próximo artículo.
Hasta pronto
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